Maldita dulzura la tuya.

Sé lo que pretendes, un amarre extremo y eterno, tenerme siempre es imposible esta vez, estás tocado y a punto de hundirte.

Ladras, como un perro engullendo la noche.
Abrasando el tiempo , la luz y el sol, reteniendo mi alma que dormida te quema y mata. Ladras entre bocanadas de nada, agujas e hilos sin enhebrar, y sigues sin hacer, ladrando y vas al cuello a morder.
Ladras, entre lágrimas e impotente te hayas, en tu alarido de nada, de nuevo si, de nada....

Ser simplemente este abismo que me separa de todo y de todos. Estoy presa de este hechizo, que ya termina, tantas tardes, tardes sin mi, sin ti, sin vosotros.

Ya se quien soy.
Quiero reescribir mi vida, de nuevo, sacarle punta al lápiz que dejé hace tiempo, coger esa goma de borrar Milán verde, donde dibujaba una flor, y escribir mi historia, la mia.
Noto como te deshaces, i veo el final de este inmenso túnel recorrido, oscuro...sola ante ti.
No te tengo miedo,...

Respirar, como pez fuera del agua, bocanadas y bocanadas de nada.

Hoy soñé y recuerdo al fin tu ausencia, que ni tan siquiera recordaba.